La historia de la vida de la abuela Tránsito de la Cruz Barúa es un testimonio conmovedor de perseverancia, fe y valentía. Nacida el 20 de junio de 1893 en Concepción’mí, Guairá-Paraguay, su vida estuvo llena de desafíos y dificultades, pero también de amor y devoción.
Tránsito contrajo matrimonio con don Bartolomé Martínez y juntos formaron una familia numerosa, teniendo nueve hijos. Sin embargo, la enfermedad de su esposo los llevó a trasladarse a Asunción en busca de tratamiento médico. A pesar de los esfuerzos por salvar su salud, don Bartolomé empeoró hasta que finalmente falleció, dejando a Tránsito viuda a una edad temprana.
A pesar de la tristeza y la pérdida, la abuela Tránsito se convirtió en el pilar de su familia. Con sus rodillas dobladas en oración, esta mujer humilde del campo supo guiar y dar dirección a sus hijos, nietos y bisnietos. Su fe inquebrantable y coraje fueron ejemplos inspiradores para todos los que la rodeaban.
Tránsito era una mujer devota, quien dedicaba largas horas a rezar el Santo Rosario. Con sus dedos rugosos, desgranaba fervientemente las cuentas del rosario alrededor del nicho doméstico que tenía en su hogar. Cada cuenta era una caricia al corazón de Dios, y sus súplicas eran escuchadas mientras caminaba en la providencia divina.
La abuela Tránsito vivió una vida larga y plena, y finalmente falleció en 1989 a la edad de 96 años. Su legado perdura en la memoria de aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla. Su ejemplo de fe, valentía y amor familiar dejó una huella imborrable en la vida de sus seres queridos.
Que Dios tenga en su santa gloria a la abuela Tránsito, una mujer que enfrentó las adversidades con gracia y fortaleza, y cuya vida fue un testimonio vivo de la fe en Dios y el amor hacia su familia.
Esta historia por favor pueden ir completándola o corrigiendola. Tal vez agregando los nombres de sus hijos
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