PARTE 4
Llega la sangrienta revolución del 47, que más bien tiene el perfil de un golpe de estado y a mi padre le roban asquerosamente todo, dejándole pelado. Como premio, le hirieren en el hombro derecho, estando detrás su hija Chichita, quien recibe un pequeño refilón. Todas las mercaderías que estaban depositadas en los depósitos fueron arrojados al río Paraguay, supuestamente para que cuando lleguen la Fuerza no encuentren absolutamente nada.
Pero mi padre era muy inteligente y en un viejo depósito donde solo tenía sal, en compañía de un hermano de mi madre, hacen un hoyo y allí ocultan varias bolsas de dineros y sus documentos menos su pasaporte alemán que finalmente le roban. Los revolucionarios no dejaron nada, pero no le dieron importancia a la sal que prácticamente no valía nada.
Con la revelación de este secreto de familia, quien sabe cuántos bandidos ladrones se estarán retorciendo en su tumba de rabia por haber sido engañado por un Gringo. Cuando terminó la revuelta, todos sus clientes dieron por saldada sus deudas y empezaron de nuevo, sin problema a traer sus productos. Y aquellos bandidos que cargaron su negocio hasta el techo, con las mercaderías robadas, nadie les compraron una hoja de afeitar.
La muerte de mi padre por un enfermo mental fue caratulada como un simple crimen por Envidia y lógicamente nuestro pedido de JUSTICIA nunca prosperó. A mi humilde modo de ver en este crimen había muchos otros intereses creados, así que dejo este detalle a su sano juicio. Según los escritos de mi abuela Martha, mi padre y mi madre pertenecían al Partido Colorado aunque ambos eran extranjeros y nunca participaron activamente en política.
Lo lamentable de toda esta triste historia es que nuestro hogar y nuestra familia, especialmente mis queridas hermanas Chichita Olga y Blanca la inolvidable rubia de ojos azules, fueron las que pagaron el pato durante la revolución atendiendo a los oficiales de la Fuerza. A final dejaron un álbum con sus respectivas firmas como testimonio de su presencia, pero ahí nomás. Copia que ahora se halla en mi poder, pidiendo JUSTICIA.
Hoy comentan que un grupo de personas fueron beneficiadas por nuestro gobierno con un sueldo como ex combatientes de la famosa revolución del 47. Nuestra familia nunca fue recordada ni nos pagaron por los servicios prestados y los consabidos daños y perjuicios. Y después queremos hablar de PATRIOTISMO.
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