Un Latido de Gratitud

Por estas horas, hace dos años, 31 de marzo 2023, mi corazón manipulado por los médicos, se detuvo en el quirófano. Mientras tanto, en la sala de espera, Alicia, mis queridos hijos, hermano Gustavo, sostenían la fe con cada respiración, con cada oración compartida con la comunidad que nos acompañaba en ese momento. Y entonces, la Dra. Rojas dio la noticia que cambiaría todo:

"Doña Alicia, el corazón de don Víctor arrancó."

Esa frase sigue resonando en nuestras vidas como familia. En ese instante, la esperanza se hizo certeza, el temor se convirtió en alabanza, y la vida se me fue devuelta como un regalo inmerecido, pero profundamente agradecido.

Hoy, en este segundo aniversario, mi corazón no solo late con fuerza, sino con gratitud absoluta. Gratitud por el milagro de seguir aquí. Gratitud por la fe inquebrantable de quienes no dejaron de orar. Gratitud por las manos de los médicos, por cada decisión, por cada latido que Dios sostuvo cuando yo ya no tenía fuerzas. Gratitud por Alicia, y mis queridos hijos, quienes cargaron el peso de la incertidumbre con amor, y por cada persona que los sostuvieron en oración y esperanza. Gratitud por el amor, fe y solidaridad de mi comunidad de fe acompañante.

Se me vienen las palabras de este Salmo:  

"No moriré, sino que viviré y contaré las obras del Señor." 118:17

Pienso y siento que Dios en su infinita bondad y misericordia, me ha dado esta segunda oportunidad, para algo más grande que solo existir. Quizás para amar mejor, agradecer la vida, para servir con más entrega, para abrazar cada día con la conciencia de que es un don precioso?

Cada latido de mi corazón es un testimonio de su fidelidad. Hoy es un día para recordar, para agradecer y para renovar mi compromiso de vivir plenamente en su propósito. Porque si algo aprendí en aquel quirófano es que la vida

Gracias, Señor, por cada latido. Que sean para tu gloria y la alegría de los que me rodean y acompañan.

Victor, Guatemala, marzo 31, 2025, 20.31hs