Hoy, me siento como que quiero rendir homenaje a nuestra historia de familias Eisenhut-Flores-Martinez-Rosa-Tumpling-Cortazar, que para mi ha sido un auténtico tesoro de amor, unidad y tradición. En su esencia, esta nuestra bella familia paraguaya representa lo mejor de nuestros valores y nuestra cultura, uniendo generaciones a través de lazos indestructibles y tan hermosos recuerdos -de risas y dolores-compartidos.
Pienso que esta diversidad de apellidos refleja la riqueza de nuestras historias, sus experiencias y su herencia cultural, que se entrelazan para formar esta comunidad familiar vibrante y resiliente.
Nuestra fuerza familiar, creo, radica en nuestra capacidad para mantenerse unida a pesar de las adversidades, y hemos celebrando cada logro (que han sido muchos) y enfrentando cada obstáculo (que tambien han sido innumerables) con fe, esperanza y resiliensia . Me honra se parte de una familia que honra sus raíces mientras mira hacia el futuro con optimismo y determinación en nuestras ya nuevas y maravillosas generaciones que viernen tras nuestro, con fuerza y determinacion .
En resumen, creo que nuestra familia ha sido un ejemplo viviente de lo que significa ser una verdadera familia: un refugio de amor, una fuente de fortaleza y un vínculo eterno que trasciende el tiempo y la distancia.
En la vastedad de nuestras raíces, alguna vez habitó una nube de familiares que dio forma a nuestra historia y a nuestro ser. De ese grupo extenso y diverso, solo dos personas muy queridas: la Tia Bila y la Tia Negra permanecen hoy. Guardianes de un legado que se resiste a desaparecer en el olvido y a las que quiero rendir mi eterno cariño.
Estas dos personas no son solo sobrevivientes; son portadoras de la memoria y del espíritu de aquellos que vinieron antes. A través de ellas, se entrelazan las historias, las tradiciones y los valores que han moldeado nuestra identidad. Cada una de ellas es un testimonio vivo de las luchas, alegrías y desafíos que enfrentaron nuestros ancestros.
Ustedes dos se han erigido como pilares de fortaleza, amor y sabiduría. Quiero rendirles mi más profundo y eterno cariño, y expresarles cuánto significan para todos nosotros, sus sobrinos.
Tía Bila, tu sabiduría y ternura han sido un faro de luz para nuestra familia. Tus consejos y enseñanzas, como mamá guazú como has sido para todos tus sobrinos, nos han guiado a lo largo de los años, y tu amor incondicional ha sido un refugio en los momentos de dificultad. Eres un ejemplo viviente de resiliencia y bondad, y estoy eternamente agradecido por todo lo que has hecho por nosotros.
Y nuestra queridaTía Negra, tu espíritu alegre, espontáneo, caracter indomable, pero tambien tu generosidad sin limites a propios y extraños han llenado nuestros corazones de alegría. Tu capacidad para ver lo mejor en cada situación y en cada persona es inspiradora. Has sido una fuente constante de apoyo y amor, y tu presencia ha enriquecido nuestras vidas, a pesar de la distancia, de maneras indescriptibles.
Ambas tias, aunque distintas en sus enfoques y experiencias, comparten un vínculo inquebrantable con sus raíces. A través de ellas, nuestro pasado se entrelaza con el presente, creando asi, un puente que nos permite recordar de dónde venimos y hacia dónde nos dirigimos. En sus multiples experiencias y relatos y tradiciones, encontramos la esencia de nuestra identidad, un mosaico de vivencias que nos recuerda la riqueza de nuestra herencia.
El legado de nuestras dos queridas tias, es una fuente inagotable de inspiración y aprendizaje. Nos enseñan que, a pesar del paso del tiempo y de los cambios inevitables, los valores fundamentales de solidaridad, resiliencia y adaptación son los pilares sobre los que se construye solido futuro familiar. En sus historias, descubrimos la importancia de mantener viva la memoria colectiva y de valorar las lecciones que nuestros ancestros nos han dejado.
Ustedes dos queridas tias, únicas sobrevivientes de una nube de personas que componían nuestras raíces, son mucho más que meros vestigios del pasado. Son el corazón palpitante de nuestra historia, los guardianes de una herencia que sigue viva en cada uno de nosotros. A través de ustedes dos, recordamos que, aunque el tiempo pase y las circunstancias cambien, la esencia de quienes somos permanece inalterable, guiándonos y dándonos fuerza para enfrentar el futuro con esperanza y determinación.
Finalmente, gracias tias por dejar una huella imborrable en nuestra familia, y sus legados vivirán en cada uno de nosotros. A través de sus acciones y sus palabras, han enseñado el verdadero significado de la familia y han fortalecido los lazos que nos unen. GRACIAS, MUCHAS GRACIAS.
Comments