Primera Parte
El joven Wolf von Tumpling nació en Davos Alemania el 24 de septiembre del año 1909 y asistió muy joven como alumno del Fridericianum en Davos. Luego estudió Economía Agrícola en varias haciendas de los Kotzlin. A los 17 años, después de la primera guerra mundial, hastiado de la inseguridad, deciden con su hermano menor Eckart y hermana Crista abandonar Alemania en el año 1926. Anticipadamente Wolf logra contactar con unos parientes hacendados en el Paraguay, radicados en Rosario Loma. La familia Gorlitz le informa que el Paraguay es un país virgen, con muchas posibilidades para progresar.
Como ejemplo le ofrece un terreno titulado de 20 hectáreas abandonado con 2 0 3 hectáreas de yerba mate como para ser cosechada. Para Alemania ese dinero que ofrecían por esa propiedad no era nada, pensando que en Europa un metro cuadrado de tierra valía mucho más plata.
Entusiasmado con estos datos, mi padre decide viajar al Paraguay en compañía de un gran amigo, mucho mayor que él. Fue así que un buen día, abordan un moderno buque tras atlántico con destino al Uruguay. También su hermano Eckart se embarca en un buque escuela Gran Duque Elizabeth de caza ballenas y su hermana Crista se emplea en una Escuela de Jardinería, quedando su madre Martha con su hijo menor Hans.
En esa época muy difícil de la pos guerra, Alemania dificultaba o sea prohibía la salida de los jóvenes de su país. Mi papá era muy inquieto, pero nunca se descuidaba de su cámara fotográfica Kodak y su máquina de escribir, donde relataba los pormenores de su viaje. Como la cosa más natural del mundo ambos amigos, pulcramente vestidos con enormes valijas ejecutivas, se ubican como si señor en la popa del buque, pero sin contar con sus respectivos pasajes.
Ya en alta mar, se presentan al capitán del buque y con sus documentos a la vista, solicitan pagar el importe de sus pasajes. El capitán sorprendido por la presencia de estos dos polizontes, le hace una contra oferta, ofreciéndoles trabajo a cuenta de su pasaje. Llegan a un acuerdo y ambos amigos felices y contentos, inician su nuevo trabajo. Cuando llegan al Uruguay mi papá se despide de su amigo el capitán y este le entrega un fajo de billetes a cuenta de los servicios prestados. Lo que ninguno de ellos esperaban es que vez de tener que pagar sus pasajes, iban a recibir esa buena suma de dinero.
Fue así que prácticamente gratis y con un montón de efectivo extra, mi papá llega al Uruguay, mientras su amigo decide continuar con su nuevo trabajo en el buque. Mi padre siempre muy ilusionado pasa por la Argentina y desde allí al Paraguay, donde aborda un milenario buque a leña, pero sin olvidarse de enviar un telegrama a sus parientes los Gorlitz de Rosario Loma de su próxima llegada.
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